miércoles, 5 de junio de 2013

LAS TELAS

     
  










                                                           
Edad: desde 30 meses en adelante 
                                       
Qué necesitas:
  • Retales de tela de diferentes materiales como: pana, franela, seda, algodón, forro polar, rejilla y tejano. Ropa en desuso que tenía en casa: un pantalón, una bufanda, una camiseta, un retal de disfraz y un retal de cortina.
  • Una cajita para guardar las telas (de reloj, de quesitos,…)
  • Lápiz
  • Regla
  • Tijera
Elaboración:
  1. Corta por pares cada uno de los materiales a tamaño 10x10 cm: pana, franela, seda, algodón, forro polar, rejilla y tejano. Puedes poner cualquier tipo de material que tengas en casa.
  2. Decora la caja (he forrado la tapa con un retal de tela).
  3. Introduce las telas dentro de la caja para guardarlas.



Funciones (cómo se juega):
El juego consiste en colocar todas las telas (pana, franela, seda, algodón, forro polar, rejilla y tejano) en una caja grande o sobre la mesa, con el niño/a, de una en una, nombrando como se llaman de forma clara y dejándoselas tocar. Al principio debes empezar con 3 pares de telas y a medida que el niño/a se haga con el juego aumentar los pares telas.
El niño/a revolverá todos los pares de las diferentes telas, le vendarás los ojos, y tiene que identificar los pares de telas sintiéndolos a través del tacto. Él/ella mismo/a puede comprobar si sus pares son iguales viéndolos. Así hasta aparearlos todos.
Con este juego el niño/a puede ir aprendiendo los nombres de cada tela y así ampliar su vocabulario.

Capacidades que contribuyen a desarrollar en el proceso evolutivo del niño/a. Favorece:
  • El desarrollo de la percepción sensorial
  • La interpretación de los estímulos recibidos
  • La motricidad fina
  • La concentración
  • El desarrollo del lenguaje
  • El respeto al medio ambiente
  • Relación afectiva
Advertencias:
Supervisa y acompaña a tu hijo/a en su juego no debe estar solo porque es pequeño/a.
Lava las telas con frecuencia porque pueden acumular bacterias, transmitir enfermedades si se comparten, acumular polvo y provocar alergias,…

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